CAPITULO 8: Entrando hacia el camino.
Soy yo o en realidad se que...simplemente no me gusta este lugar, es frió, se siente solo pero la presencia de Francis lo recompensa, últimamente se ah estado yendo a hacer algunas cosas importantes o eso es lo que me dice Cleo, los primeros días estuvo mostrándome todo el lugar, el y su hermano Axel quedaron huérfanos cuando su padre falleció por un extraño suicidio, su padre era muy rico y bueno la herencia quedo a manos de ellos su tío Richard es el que les administra el dinero hasta que Francis cumpla los 21 años y se haga cargo, no ah parado de llover, hace un vez que no veo a Francis, Cleo me ah mantenido encerrada en mi habitación, me lleva de comer y bueno me la paso ahí todo el día encerrada, sin nada que hacer, solo veo las gotas de lluvia golpearse contra la ventana, una de las razones por las que nunca salgo es que Cleo no soporta mi presencia, se comporta bien conmigo pero una vez cuando estábamos en la sala recibió una carta, era Francis, la leyó y me miro y dijo.
-es para ti- luego me la arrojo- léela en voz alta-
La leí , no debí.
Creo que desde ahí no me tolera, pero no lo dice.
Las únicas veces que eh escapado me han servido de mucho, voy al pueblo la gente volvió a ser feliz y a veces voy a la casa del árbol abandonada que esta cercas de mi nuevo hogar, no eh visto a Bennet, pero no importa, no me atrevo a irme en bicicleta a la casa hogar, me aterra ver esas paredes y todo solo donde antes albergaba vida, pero lo malo de escaparme es que Axel siempre me delata, mi castigo es dormirme una noche en el sótano, odio el sótano, huele a muerto y en aquella esquina oscura siento que hay algo observándome, una vez oí una risa, claro eso no le importo a la fría de Cleo para sacarme, ella cree que me educa pero no.
Son las cinco de la tarde y estoy asomada en la ventana viendo como llueve de intenso, entonces veo en el camino una sombra en la lluvia que casi no se apreciaba debido a que la tormenta era muy fuerte, y lo supe, supe que era el, salí corriendo de mi cuarto con un fuerte latido de esperanza en mi corazón, esta vez no era mi imaginación, no lo era, no esta vez, y yo lo se , lo se.
Empujo a Axel para que no me volviera impedir salir, el cae y yo no me detengo, no esta vez, Cleo me grita:
-A donde vas! Axel! de tenla!-
Se paro del sofá y tiro del susto su copa de vino que siempre traía, fue tan rápido Axel que apenas me desgarro la manga del vestido que tenia puesto, abrí la puerta pesada salgo de la casa y miro a los lados, bajo las escaleras, y ahí estaba caminando de regreso a casa, no me importaba que la lluvia me mojara toda, camina con la cabeza gacha, me mira lo miro, sonrió, se lo que siento , corro hacia el otra vez, sin parar de reír y llorar aunque la lluvia me impidiera sentir mis lagrimas en las mejillas, tira su mochila al suelo y me levanta y abraza, me da vueltas y luego sus brazos me envuelven en una protección tan reconfortante, sentía calor en vez del frió que había en mi habitación.
Apoya su cabeza en mi hombro mientras me abraza siento que llora, gime, y cada vez me sostiene mas fuerte, lo aparto poco a poco de mi y lo miro tomo su rostro entre mis manos mojadas y me mira inocente con sus bellos ojos verdes llenos de lagrimas, me toma la cintura y me acerca a el poco a poco estamos muy cerca y siento su aliento helado, veo de cerca sus pecas y con detalle examino su cabello mojado, veo mi reflejo en sus ojos, soy una niña y estoy asustada, me acerco y trato de cerrar mis ojos y dejar que pase lo que pase.
-FRANCIS!- grita Cleo desde la casa, protegida de la lluvia.
Francis voltea hacia ella me aparta y quita sus manos de mi cintura, abro mis ojos y el ya se había ido estaba caminando hacia ella y yo seguía parada en la lluvia, cuando llega ella le da un abrazo rápido por que el la aparta luego le da un beso a la mejilla, revuelve el cabello de Axel y entra a la casa con la cabeza baja, Cleo me mira llena de odio, apunto de echarse a llorar, corro hasta la casa sin dejar de apartarle la mirada, esta confundida, Axel esta serio, entonces entro y sin importarme que Cleo se haya molestado, estoy feliz, agradecida, el esta aquí conmigo a salvo.
Subo las escaleras y entro a su habitación esta sentado en su cama, viendo sus manos con detalle, el era un hombre me había equivocado respecto a su edad en realidad tenia 18 pero su aspecto lo hacia ver mas joven, ahora si parecía de su edad, se para inmediatamente cuando nota mi presencia, me mira de arriba a abajo.
-Quien demonios te compro eso!-
Me miro el vestido de niña pequeña, es de flores y tengo, me ruborizo, Cleo fue la que me lo dio, ahora se por que, me veo ridícula, lo bueno es que me llega hasta mas abajo e la rodilla, y no es ampon, volteo atrás y esta Cleo entra y Francis solo me mira a mi, Cleo entrecierra la puerta, miro la puerta y me doy cuenta de que no paso un mes, ni dos, ni tres, fueron cinco meses, como se me ocurrió que fuera uno, voy a mi cuarto y cambio mi ropa, seco mi cabello y cuando esta completamente seco me hago una trenza, bajo al sótano y noto en la pared un mural , mi mural, las veces en que dormía ahí no podía y prefería dibujar con el carbón del piso, no soy buena, pero era para matar el tiempo, ademas las pinturas que Francis me regalo Cleo se encargo de esconderlas, empiezo a recordar como pude soportar todos estos meses encerrada en mi cuarto, escapando, siendo castigada, creando con carbón, usando ridículos vestidos, soportando la humillación de leerle las cartas a Cleo y luego quemar las y después de eso me cuestionaba, no la juzgo siempre estaba ebria, me decia:
-quien te crees? Ana, que esperas!-
Cleo pasaba casi todos los días acostada en el sofá viendo arder la madera en la chimenea, con su copa de vino.
Toco con mis manos mis dibujos y estos se borran.
subo las escalera y mi aparto del sótano, cuando me dirijo al cuarto de Francis escucho a Cleo decir:
-No te sientas mal sabes que es lo mejor para ella, Francis, mírame, no entiendo porque cambiaste tanto...- se queda callada.
Me asomo un poco veo a Francis sentado a la orilla de la cama y Cleo esta a un lado de el , acariciándole el cabello, los veo de espaldas, Cleo le agarra el rostro con una mano y lo acerca hacia ella, se lo que ocurrirá y eso es peor, lo besa, cierra ella muy fuerte los ojos, Francis esta serio y con los ojos muy abiertos, cuando Cleo termina de besarlo le dice.
-Creo que haré la cena- se levanta y le da un ultimo beso.
Cuando sale se acerca a mi y dice.
-Es acaso esto lo que ibas a hacer allá afuera- y señala hacia atrás.
Me quedo callada y no se por que pero me echo a correr a la casa del árbol, es mejor
volver hasta la cena, cuando llego se escucha la humedad en las paredes de madera, entonces la lluvia para pero el cielo sigue por así decirlo eternamente nublado, veo a lo lejos una sombra que acerca mas y mas, Francis?.
Bennet.
Trae puesto un uniforme como de militar, se acerca y sonríe cuando me ve y dice:
-Pequeña!-
Se le borra la sonrisa cuando ve que me quiero alejar.
-Que haces aquí? este es mi escondite Ana y no deberías estar en la casa hogar-
-Me.. adoptaron Bennet, mi casa esta cerca de este lugar, y que haces TU aquí? escondite?-
-Ya lo entenderás cuando llegue el momento y créeme no te gustara-
Se sienta y saca un pañuelo de su bolsillo y limpia la mugre y sudor de la frente, sigue siendo el mismo apuesto chico solo que su actitud cambio, tenia el cabello mas corto y lacio, su quijada era mas dura y se veía mas alto y fuerte, ahora tiene 18, como Francis, que curioso, ambos cambiaron.
Hablamos durante un largo rato, aun me sentía incomoda, por supuesto Bennet guardo su distancia conmigo, hasta su postura cambio, el ingreso al ejercito y me dijo que era muy bueno estando ahí, que la guerra seria horrible pero que lo tenían bajo control.
Finalmente se fue, se despidió y dijo que volvería pero no sabia cuando pero que seria pronto.
Había perdido la noción del tiempo y me fui lo mas rápido a la casa, mis zapatos se embarraron de lodo, llegue y estaban todos comiendo en la mesa, no les importo que llegara tarde ni me preguntaron, entonces algo paso.
-Sabes Cleo no tengo tanta hambre, lo siento- le dijo Francis.
-Pe..pe...pero lo hice por ti, por favor quédate- le dijo Cleo.
Francis asintió, entonces volteo al fondo entrecerró los ojos, se levanto y fue a una esquina tomo una botella vacía de vino y se la enseño a Cleo.
-Tu...bebes esto!-
-Bueno..tu...-Cleo se quedo sin palabras.
-Que demonios! me voy y tu lo único que haces es tomar y emborracharte!-
-SI! y que mira!- Cleo tomo una copa la lleno y la tomo en frente de Francis el cual parecía que echaba humo por la nariz.
-Estas loca!-
-QUE! pe..pe..pero que se suponía que hiciera ah?Te fuiste por cinco meses!-
Francis estaba serio sin una pisca de sentimiento en su rostro mientras que Cleo se iba a echar a llorar.
-Te espere..espere cartas, una llamada, LO QUE FUERA! y cuando finalmente llego una carta era para ella! todas eran para ella!- me señala con la mano temblorosa - No es justo Francis! Cuando te fuiste hace tiempo yo te esperaba y cuando volviste llegaste con ESA! cualquier novia o prometida espera de su amado un regalo como una anillo de compromiso o cualquier otra cosa, no una puberta!, yo sabia que querías una familia y se que no puedo dártela- se toca el vientre.
Me da un vuelco en el estomago, prometida? familia? esa? yo era esa, me sentía pequeña y me aferraba con fuerzas a la silla, Axel solo mira nervioso lo situación y yo trato de imaginar que no existo, ero no puedo.
-Basta Cleo!- le dice Francis
-QUE! eres un cobarde, siempre la vas a querer mas a ella! A ELLA! y no es justo , sabia que querías adoptar ya sabes para nuestro futuro...pero pensé que era un bebe o una niña de 4 años no una chica con la que te podrías acostar!-
-NO! BASTA NO DIGAS ESO CLEO!- estaba furioso casi rojo de la furia.
-Que pare! ya no puedo te ayude con su habitación, pero cuando la vi.. ya era una señorita y hoy que volviste supe que clase de degenerado eres!-
Francis se rasca la cabeza como signo de desesperación y se le salen las lagrimas, me levanto de la silla y grito sin pensarlo.
-YA DEJALO CLEO!- ella me lanza una mirada muy fría.
-Esto es por ti y tu zorrita Francis- toma la copa y cuando esta a punto de beberla Francis le dobla la mano y Cleo gime del dolor le quita la copa y la lanza directo a la pared tan fuerte, la copa se golpea contra la pared que esta a un lado mio, esta se destroza en miles de pedazos que me caen algunos en la cara y el vino se derrama encima de mi, me cubro.
-Ella no es una zorra! y viene del mismo maldito lugar que tu Cleo!-
-AH! entonces ya te la...-
Y antes de que pudiera terminar la horrible oración Francis le soltó una cachetada que Cleo tuvo que caer al piso mientras en se cubría con ambos brazos de manera inútil el rostro pare evitar que Francis la siguiera golpeando, cuando ya estaba en el piso toma la botella y se la arroja, seoye un grito ahogado, no la lastimo, pero.. pareciera que si.
Me quedo atónita viendo como Cleo lloraba en el piso, Axel corre a protegerla y le susurra cosas para consolarla, Francis respira constantemente y me mira lleno de furia dentro, camina a paso rápido hasta mi y me toma fuerte del brazo el cual Bennet solía lastimarme, me invade el miedo, casi me lleva arrastrado escaleras arriba y yo hago lo mejor para escapar, no puedo, no puedo.
Me arroja dentro de mi cuarto y yo solo pongo mi mano estirada pare evitar que me haga daño, me arrastro hacia atrás, siento un fuerte dolor en el brazo.
-Como te trato mientras me fui!-
Me quedo callada, no el no es Francis, no es el.
Me levanta, me toma por los hombros y me levanta del suelo hasta llegar a su altura y me agita diciendo:
-Sabes lo que vi allá afuera!-
Y lo repite una y otra vez.
Lo pateo y me suelta, huyo sin pensarlo al sótano y me encierro.
Escucho la risa, algo va a ocurrir.
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