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domingo, 16 de marzo de 2014

la perspectiva de Ana 3

CAPITULO 3: entrando al ambiente
Llevo aquí 4  semanas, apenas me estoy acoplando, no era como creía que seria pero resulta difícil de digerir como serán las cosas, la gran madam ( como yo la llamo) dice que se supone que cada fin de semana se realiza una gran fiesta y gente de la ciudad, o de distintas partes viene a conocer  a los internados para adoptarlos, o en pocos casos muchos hombres buscan sus futuras esposas aquí, yo no se si quisiera ser adoptada eh estado en 3 fiestas y son, debo decir, salvajes, solo te preguntan tres cosas: nombre, edad, color favorito. Y así deciden si te quieren o no, también se fijan mucho en la forma en que te comportas: tus modales y vestimenta, ahora solo uso vestiditos infantiles y muy anchos con moños y rosas, luzco ridícula y mas pequeña, si se supone que tengo 13 años ahora parezco de 9, la gran madam dice que muchos no quieren mocosas de mi edad y era mejor fingir tener otra edad, eh fingido bastante pero nadie se atreve ah acercarse a mi a preguntarme mi nombre ni nada, eso era lo que quería mama una nueva familia para mi, pero...¿por que? no me quería? no si hasta quería que me casara con Bennet el desquiciado, mato a Obeth, no ella no me quiere.
Los conocimientos básicos que nos enseñan son los de como ser una buena chica,  a veces matemáticas, pero no mas, últimamente me eh sentido fuera de lugar, todas son mayores y fingen otras edades pero se ven así, nadie me habla y me eh convertido en la encargada de todo el aseo, eso no me molesta, lo que me molesta es donde duermo, es un asco, no me agrada este lugar, cada fin de semana cuando se da la fiesta tengo esperanzas de ver a la persona que quiera adoptarme.
Hoy sera la cuarta fiesta, sigo esperando.
Ahora me encuentro colocando los adornos, las demás chicas se están arreglando, en eso se me acerca  Marie o como yo la llamo hermana, olvide decir que ah sido la única persona con la que hablo o convivo, tiene 17 y siempre me dice que algún día llegara un apuesto hombre y rico que le invitara una copa y le propondrá irse a vivir  con el, luego se casaran y ella sera feliz.
Honestamente es una tontería, siempre me lo recuerda, pero, no la culpo es muy bonita pero muy torpe o mas bien inocente por que algunos hombres solo la buscan por... bueno eso y ella cae fácilmente, es una gran persona y me da lastima que este aquí, pero yo también estoy aquí.
-Ya casi terminas? quiero que me ayudes a escoger un hermoso vestido para hoy-
-Si- le respondí-
al terminar de clocar todo en su lugar corrimos hasta el cuarto y me enseño tres de sus opciones.
-Bien hermanita¿que te parece?- me dijo
-Son...muy provocativos- le dije sin pensarlo.
-y que!-
- quieres conseguir un esposo o un....-cerré mi boca, Marie miro sus vestidos los agarro y los aventó lejos, se sentó en la cama decepcionada, empeze a urgar en su closet y encontré un vestido azul de seda de manga larga con brillos, ea muy hermoso y apropiado, se lo enseñe y sonrió.
-Seguro si consigo un esposo hoy me veré como una señora con esto-
Dio vueltas y se fue de la habitación, madam llego inmediatamente y me arrojo un vestido.
-Este! te veras bien pídele a Giselle que te peine-
Me vestí, y como la gran madam me dijo le rogué a Giselle que e peinara, me hizo una trenza  larga y dejo  parte de mi cabello suelto, no me veía como una chiquilla y cuando termino me dio.
-hoy conocerás a alguien- 
Suspire y me eche a correr gritando gracias a Giselle de lejos, salí a escondidas de la casa, fui a un pequeño prado y comenze a imaginarme la escena. estoy aburrida y lo miro en la puerta, elegante me invita a bailar, aunque no se como solo doy vueltas a lo tonto, luego charlamos un rato y ni siquiera le interesa mi color favorito!.
Al dejar de imaginar actué una escena.
-quiere bailar? señorita- me pregunte
-claro que si!- grite
Reía y daba vueltas sola fingiendo que bailaba con un caballero, soy una tonta.
Entonces se oye una risa en el fondo, me asusto, volteo y nada, entonces aparece una figura a lo lejos, no lograba reconocerla me resultaba difícil, entonces lo veo, pareciera que no había dormido nada, estaba pálido, su cabello estaba sucio, pero aun seguía ahí el chico apuesto, y lo reconocí y no me pude mover.
-Vaya creí que no te volvería a ver chiquilla!- me dijo
Logre reaccionar y trate de huir pero me tomo del brazo y me miro como siempre, me barrio con la mirada y soltó una carcajada, luego se callo y me apretó cada vez mas el brazo, yo no decía nada pero sentía como si se me quemara, luego grite:
-BASTA!- me soltó y me fui llorando a la casa hogar, por mi suerte Bennet me siguió sin importarle a donde iba, era lenta, cada vez que lograba escaparme de sus garras volvía a atraparme, cuando llegue hasta la entrada Giselle y la gran madam estaban ahí, las dos me miraron desorientadas, sin pensarlo abrace a Giselle y ella no me soltó, Bennet no me seguía el muy cobarde había huido.
-Pero mira nada mas que sucia estas mocosa!- me grito la gran madam.
 Me jalo de entre los brazos de Giselle y me llevo a su oficina en el camino no paraba de decir lo feo y  traviesa que yo era, estaba asustada, no me importaba si ella me gritaba estaba a salvo, a salvo.
-Es increíble! te pedí te lo pedí Ana!-
-Perdón, pe... pero alguien me seguía y me quería hacer daño- le decía llorando
Se quedo callada un rato y finalmente dijo.
-Bien, como castigo a tu insolencia te encargaras de repartir las bebidas y comida en la fiesta-
-Pero no conoceré a nadie-le dije - no fue mi culpa ya le explique-
-Pero te saliste a escondidas, no hablaras con nadie no socializaras me oíste, toma esto y cámbiate-
Tome la ropa y me cambie, ella tenia razón, me veía sucia, yo tena la culpa por haberme ido y jugar.


Ya era de noche y muchas personas llegaron a la fiesta, esta era mas alegre que las otras, apenas llegaron algunos y se pusieron a bailar, me hubiera gustado hacerlo sin embargo estoy  parada y sirviendo cócteles y esas cosas, Marie se veía muy bonita todos los hombres y mujeres la miraban y decían cosas sobre lo fina y bella que era, pero lucia extrañada miraba a todos lados, su esposo quien seria?.
Un montón de niñas: Roney, Janneth y Grace legaron hasta mi ellas tenían 15, les platique el porque de mi castigo y se fueron a bailar, fácilmente las 3 consiguieron ganase el corazón de una mujer mayor, cuando las vi con ella supe que jamas las volvería a ver, y entonces vi a un muchacho de 16 años tal vez era alto, cabello castaño rojizo, unos ojos tan verdes y una sonrisa genuina, luego noto que lo miraba y sonrió aun mas.
Desgraciadamente se fue a otra parte, tal vez el no era, entonces Giselle llego hasta mi y me pidió que bailara con ella, le dije que no pero no le importo me jalo hasta la parte central del salón y dimos vueltas como locas yo no paraba de reír pero luego llego un hombre con su esposa y le pidieron a Giselle que los acompañaran, tome mi bandeja repartí las bebidas y me retire hacia el patio, cuando iba pasando por el pasillo, oí unos gritos, me detuve en la puerta que estaba un poquito abierta y mire a Marie gritándole a un hombre este la abofeteo, luego Marie me miro camino rapido hasta la puerta y la cerro de golpe, me sentía mal, hace unas horas estaba muy feliz por lo de la fiesta y ahora otra vez se había convertido en un objeto. 
Me aleje y empece a llorar, si nadie me adoptaba que seria de mi, pasaría lo mismo de Marie?.
Corrí por todo el pasillo y sin darme cuenta choque fuertemente con alguien, ya estando en el suelo mire hacia arriba y el dulce muchacho se agacho y me levanto, sus ojos eran aun mas verdes de cerca, yo sentía una inmensa vergüenza.
-Paso algo? quieres hablar? sabes puedes confiar en mi amiga-
Asentí sin pensarlo dos veces, se veía que era buena persona, caminamos hasta el patio os sentamos juntos en una banca y me abrí, le dije todo, sin detalle, y el solo me miraba y me escuchaba y que bien se sentía que alguien comprendiera, cuando termine de contarlo saco un pañuelo de su bolsillo y me limpio las lagrimas, sonrió nuevamente, luego miramos a la luna, entonces sentí su mano y la quite.
-cual es tu nombre?-me pregunto
-Ana- le dije aun nerviosa
-Soy Francis-
-Hola Francis-
Se rió y luego me miro fijamente y me dijo.
-Creo que encontré a una amiga-
Se paro y se fue.
"Y yo un amigo" pensé aunque lo que sentía era mas profundo.





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