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domingo, 30 de marzo de 2014

La perspectiva de Ana 7

CAPITULO 7:Nuevas estancias y habitaciones.
El camino hacia lo que seria mi nuevo hogar fue incomodo, el silencio, parecía inútil, Francis estaba demasiado serio, entonces me empiezo a sentir mareada.
-Francis para necesito aire- le dije mientras me aguantaba las ganas de vomitar.
-Mas adelante hay una estación pararemos por gasolina, ten paciencia- me lo dijo a secas sin sentimiento.
Ese no era el, estaba asustado y se sentía culpable al haber dejado a los otros, Francis se hizo amigo de los demás internados y les tomo un gran cariño y aprecio, cuando llegamos a la pequeña estación había una tienda, baje corriendo y me detuve en una barandilla al borde del camino, empece a respirar pausadamente, por que me sentía así eso no era normal, Francis se bajo y tomo la manguera de gasolina y la puso en el tanque, llovía mucho, ni me había dado cuenta que era todavía de día, cuantas cosas pasaron en unas pocas horas, después de haberme calmado un poco voltee hacia Francis, estaba sosteniendo la manguera con su chaqueta café de tela, su cabello castaño rojizo empapado, tenia la cabeza baja miraba el charco que había en el suelo, sus botas estaban llenas de lodo, y sus ojos verdes se veían mas brillosos por el reflejo de la lluvia en ellos.
Ingresamos a la tienda juntos, no era tan pequeña, entonces se acerca y me dice:
-Hey por que no vas al baño y te secas un poco, haber si te sientes mejor-
Camino hacia el baño que estaba al fondo de la tienda, entro y hay muchas puertas, todas cerradas, me asomo por debajo de lejos por cada una, y entonces oigo un gemido, abro la puerta y veo a una chica llorando, estaba totalmente mojada y su maquillaje corrido, me mira toda asustada, me acerco y le ofrezco una mano como ayuda la levanto, vamos juntas a los lava manos tomo papel y le limpio el maquillaje, temblaba al igual que yo, no era el frió, era el miedo al saber que nos deparaba el destino, me seco el cabello y ella también.
-Gracias- se retira por una ventana y la miro extrañada por el reflejo del espejo -Y recuerda Ana nada es real-
Abro muy bien los ojos y volteo hacia atrás y no esta, empiezo a temblar mas y mas, sabe mi nombre y...y...
Nada es real?
Me dan de nuevo las ganas de vomitar entro a un baño levanto rápidamente la tapa me inco y...nada no puedo, las paredes se hacen mas pequeñas el techo se cae y.... antes de darme cuento salia corriendo del baño hacia afuera, alcanzo oír a Francis pagar por la gasolina al hombre que atendía la tienda, empujo fuerte la puerta y miro hacia los lados buscando a la chica, nada, NADA, me desespero, me lleno de pánico y corro hasta la barandilla de metal y piedra y hago lo mismo de hace un momento solo que mi respiración es constante, siento una mano en mi espalda, Francis, me da unas palmadas, me cubro la cara con las manos y recuesto mis codos en la barandilla, estoy frustrada y ni se porque.
-Te espero en el auto-
Se va, me quedo un momento mirando la niebla en el paisaje, había dejado de llover pero era seguro que tal vez volvería a llover, se siente un aire helado como si la temperatura hubiera bajado debido a un fantasma, me doy por vencida y regreso al auto.
Francis arranca, recuesto mi cabeza en la ventana y miro hacia el cielo y efectivamente volvió a llover, recuero algo, miro a mi izquierda  y ahí estaba mama me mira y dice:
-No cometas estupideces-
Frena el carro y este se golpea contra otro, los cristales rotos pasan frente a mis ojos, no tengo cinturón y siento que voy a salirme del auto, mi puerta se abre, me agarro con fuerza del asiento, el auto da vueltas como un carrusel y se va destrozando, no hay oxigeno, no respiro, no respiro! y de tanta fuerza giratoria salgo del auto y caigo por un barranco lleno de vegetación, suelto un grito y cierro mis ojos, no puede estar pasando, no...no..NO!
Nada es real Ana
La brújula pasa frente a mi, de un lado a otro.
-Su hija esta en trance  señora Callaway-
-No mires atras-
-Nada es real Ana!-
-Nada es real Ana-
Obeth?
Despierto, un maldito sueño, el auto estaba detenido, estábamos en el pueblo.
-Francis...que..que hacemos aquí-
Voltea y no era Francis era Bennet, me cubrí la cara del miedo.
Despierto realmente, miro a Francis que sostenía por los hombros, suelta un suspiro de alivio, se toca la frente, estoy sudando, en mi mano tengo el dije que me regalo y se me queda marcadas las formas de animales que tiene, respiro hondo.
-Me asustaste Ana-
Me echo a llorar pero no derramo lagrimas si no que lo hago en silencio, como si me quedara dignidad, como si me quedara, Francis por que ? por que me quieres aquí contigo? soy una carga.
-Dios- dice
-Tu querías correr ese riesgo- le dije en murmullo
-A que te refieres Ana no me importa y lo sabes, mira yo te...te...te tengo un gran cariño, un gran sentimiento y voy a  estar ahí para ti , siempre-
-Lo juras-
-Juro que jamas te abandonare-
Llegamos, me invade la inseguridad, la casa es demasiado grande, color gris, la fachada azul grisáceo, se abre esa puerta azul coral que parece ser lo que tiene mas color, nada tiene vida la fuente esta seca y llena de plantas secas, no hay flore, los arboles se ven pobres sin sus hojas, cuando la puerta se abre aparece la figura de una joven, alta, cabello oscuro ondulado muy bien cuidado, sus ojos  son azules y la mirada fría a decir verdad , tiene puesto un vestido gris largo hasta un poco mas abajo de la rodilla, tiene mallas mas grises, botines negros, y un abrigo igual de largo negro, era muy blanca, pareciera que su piel fuera de porcelana, entonces sonríe, pero no a mi si no hacia Francis, el me toma la mano y me conduce hacia adentro de la casa, algo me dice que las cosas no irán bien aquí, era tan obvio que pareciera que el viento me lo susurro, entro y la chica me abraza.
-Me llamo Cleo y tu eres Ana- sonríe hasta enseñar los dientes blancos y derechos que tiene.
-Ven por aquí Ana- me aparte y me lleva por el brazo hacia la estancia.
Ahí estaba de pie viendo los porta retratos, un muchacho de cabello rudio muy ondulado que casi no se le veían los ojos.
-El es Axel, mi hermano menor, tiene 16- dijo Francis.
Axel me toma la mano y le da un beso, me sonrojo, que estúpida,  suelta una risotada.
-Eres un idiota Axel- le dice Francis
-Ja ja ja, que! hay hubieras visto que linda se ve sonrojada no crees? que es linda hermano?-dice Axel con astucia, ahora Francis se sonroja y eso hace que Axel se ria aun mas.
Cleo se enoja y le da una palmada en la cabeza a Axel.
-Basta Axel! Francis por que no la llevas a su habitación-
Francis asiente no le aparta la mirada a  Alex el cual ríe en voz baja, mientras subimos las escaleras se escucha el fuerte sonido de las gotas de lluvia contra las paredes y el techo como si bombardearan a la casa, entonces Francis abre la puerta, esta una cama con sus sabanas y colcha bien acomodadas, y en ella esta una caja de pinturas y pinceles, colores  y muy bien acomodados, hay un ropero con detalles hechos a mano de animales, como el dije, el piso es de madera como el de toda la casa, hay una ventana y ahí se ve la lluvia, al lado de la cama hay una lampara de color oro muy bonita, me doy cuenta como lo pudo haber hecho en unas horas, como?.
-Como lo lograste en tan poco tiempo Francis?-
-Eh.. bueno ya tenia planeado el hecho de que vendrías a vivir conmigo- se rasca la cabeza como signo de timidez.
Le sonrió lo abrazo y susurro gracias, me abraza fuerte y dice:
-Sabes que te quiero-
-AMMM disculpen- dice Cleo totalmente seria.
-Ana por que no te das un baño y tu también- le avienta una toalla a Francis
Estoy en la tina sentada, me acuesto y me hundo sin importar que nada ocurra, cierro mis ojos y en eso veo al muchacho que me extiende una mano me ayuda a subir y vemos juntos un paisaje, abro mis ojos saco mi cabeza y respiro muy rápido, me pregunto que ocurrirá.
Seré feliz.
O...que me depara el destino?Eso se sabrá mañana o tal vez nunca.
Me seco y bajo para la cena.



sábado, 29 de marzo de 2014

La perspectiva de Ana 6

CAPITULO 6: Decisiones satisfactorias.
Debo decir que fue el mes mas largo de mi vida, sin la presencia de Marie se sentía raro, claro que odie el como me humillo y trato pero es que cuando alguien se ciega por un anhelo se pierde el sentido de la razón, últimamente eh estado sola en mi habitación, el único que ah entrado es Francis, diablos me estoy convirtiendo en Marie?.
Los sueños, como yo los llamo han ocurrido constantemente, quien es la mujer que me espera con los brazos abiertos? y el muchacho que me espera con su mano estirada hacia mi? y la puerta...la puerta que siempre va estar abierta, me aterra y no se porque, solo se que no es normal.
Entonces me viene a la mente Bennet, tal vez el no sobreviva, pobre, Marie ah de estar en su enorme casa plantando tulipanes en el jardín del que siempre me hablaba, el de sus sueños, cuales serán los míos, últimamente eh pensado que tal vez Francis me lleve a vivir con el y su familia y quien sabe cuando yo sea mas grande tal vez estemos realmente juntos, pero el destino le gusta jugar conmigo y mis ilusiones, no debo pensar eso de Francis el es mi amigo, la persona que mas quiero en el mundo, le tengo un gran cariño y siempre estaré agradecida con el por ofrecerme su apoyo y amistad, pero no se....no se.
Estoy en el tejado, mi favorito lugar en el mundo, la gran madam no sabe de este escondite, lo cual me beneficia, cada día me visita un pequeño pájaro que viene del norte  a donde fue este Bennet, estoy ahí todo el día sin importarme que ya este la comida o me tenga que bañar aunque lo hago de todas maneras, apoyo mi cabeza en las rodillas, las tengo abrazadas contra el pecho entonces cierro mis ojos.
Suena como si fuera una tormenta eléctrica, es una tormenta eléctrica, miro hacia el cielo y las nubes, el montón de nubes forman anillos en el cielo y noto los rayos llenando de luz los cielos y haciendo que las nubes tomen una forma monstruosa, me levanto y mucho aire me jala hacia la orilla, pongo fuerza para no resbalar y caerme o pero morir, entonces miro hacia abajo y esta un caballo blanco con una cabellera negra larga, curiosidad es lo que siento, bajo cuidadosamente trepando por las ventanas y la pared sin que nadie me vea, cuando me aproximo al caballo esta tranquilo trato de tocarlo pero se altera, luego se calma o mas bien yo lo calmo, me subo confianzuda al animal, sin miedo alguno, como si tuviera el mundo en mis manos callosas, sin darme cuenta estoy trotando rápidamente, me alejo poco a poco de la casa.
Llegamos al pueblo, todos los locales empezaban a cerrar y la gente se iba de la tormenta que cada vez era mas impactante, el cielo totalmente oscuro como si fuera de noche,me recorre un escalofrió, esas casas coloridas, su color se iba gracias al tono oscuro de las  nubes, bajo del caballo y me miro por una ventana de un negocio, tengo mi camisa holgada, pantalones, botas altas y el cabello agarrado en una cola, claro aun así me veía despeinada, mis mejillas rosadas etc.
Camino por la banqueta y el caballo me sigue a un lado, miro a la gente correr a sus hogares pero luego algo me deja extrañada, soldados?, que hacían allí?.
Pareciera que ayudaban a la gente pero los lastimaban y estos gritaban, tenían sus armas y disparaban hacia el cielo como si desafiaran la tormenta que en si era mas poderosa, la naturaleza siempre sera mas poderosa que el hombre e inteligente.
Uno de los soldados me mira mientras toma por el brazo a un niño pequeño, me  enfurezco y corro hacia el, gracias a dios el caballo se quedo quieto, corro a  impedir que le disparara y luego me llega a la cabeza la imagen de Obeth de rodillas, entonces lo empujo y el niño se echa a correr, me dice algo que no entiendo y me echo a correr al darme cuenta que esta enojado, subo al caballo y me voy lo mas rápido a la casa hogar, paso por el bosque y el camino se hacia mas eterno, cuando llegue vi a todos a fuera y a Francis, oh no, esto esta mal, estoy en problemas, ojala no me hayan seguido los soldados, porque si es así...
Francis me mira furioso me baja bruscamente del caballo y me toma del brazo derecho, me sentí pequeña, creí que solo Bennet podía hacerme eso.
-Donde estabas?-me pregunto 
-Fui...fu...fui al pueblo Francis...me lastimas!-
La gran madam llego hasta mi y me tomo de la oreja, auch, duele, Giselle se pone a un lado mio y dice cosas tan rápido que no comprendo, los demás me gritan, entonces atrás llega un patrullo de soldaos y baja un cadete o eso creo, la gran madam me suelta y camina hacia el, le dice algo, hablan por un rato y lo invita a pasar  el rechaza y saca un papel de su bolsillo y lee en voz alta:
-Aquellos que yacen sin hogar el gobierno les tendrá una misión para prepararnos por la futura guerra servirán los hombres al ejercito y entraran a la academia y las mujeres entraran a otra academia donde serán enfermeras y  repararan o crearan bombas-
Francis me toma la mano, yo no soy huérfana no no pueden hacerme eso, si se van moriremos eso es seguro.
La gran madam da pelea pero ordenes son ordenes, el hombre le da un cordial saludo y le dice:
-Mañana a las 7:00 am me llevare a todos señorita Rose-
Rose, debo llamarla así, volteo a los lados y todos lloran, Rose se va con los demás adultos , mientras que los internados nos quedamos hablando en la sala principal, todas esas caras no las volveré a ver felices, no mas, llega la gran madam Rose y nos dice totalmente seria:
-No hay nada que pueda hacer...si pudiera créanme que les conseguiría hasta el fin del mundo una familia pero no puedo, se me salio de las manos y lo único que puedo hacer es obedecer, en serio lo lamento- se echa a llorar y se va
Francis esta molesto me susurra-sigueme- y obviamente lo sigo.
Llegamos al pasillo donde tropecé con el y me dice:
-Quiero que esta noche te vayas a vivir conmigo y mi...mi familia- me decía nervioso
La lluvia era muy fuerte que apenas oía lo que decía.
-Pero y que hay de ellos...son...no tienen a nadie-
-No puedo hacer nada... tu me importas Ana y quiero verte a salvo, que estés segura que no te pasen mas desgracias ademas eres muy joven y...te conviene ir a empacar tus cosas y largarnos, mientras tanto hablare con la madam Rose, y si nos deja no le digas a nadie esta bien-
Asiento aunque me siento como una cobarde, empaco mis cosas en mi habitación y mis manos me tiemblan, no puedo hacer esto, no puedo, entonces entra Francis y Giselle, o no ella sabe, corre hasta mi y me abraza.
-Tienes que ir Ana te lo mereces- se limpia las lagrimas sonríe y se va pero antes le dice a Francis:
-Trata la con cariño-
Francis agarra mi maleta, bajamos cautelosa mente, sin que nadie nos viera, la gran madam me desea suerte y me voy, subo al asiento delantero del auto y miro por ultima vez la casa hogar, que sera de este lugar y de ellos, me rompe el corazón.
Francis arranca y nos vamos.
En el camino me pregunto: Que es lo que me espera? el destino me hizo una buena jugada, pero desde ahora todo cambiara.
Y lo que siento es como un fuego quemando mi interior.


viernes, 28 de marzo de 2014

la perspectiva de Ana 5

CAPITULO 5: Nuevas Amistades y un destino
<Bennet> susurro, ojala no me haga daño, su mirada es cansado parce que no quiere venganza, debo admitir que cuando lo mire incluso sentí lastima,no podía acercarme le, ni siquiera huir, me tenia atrapado y me había tomado en un momento incomodo, camino cojeando me levante y lo mire con ojos regantes llenos de lagrimas y miedo.
-No por favor- le susurre
di un paso atrás y caí, corrió  inmediatamente y me tomo por los hombros, cuando me levanto me miro un momento y luego yacía en sus brazos.
Me estaba abrazando.
Y lloraba, estaba confundida, el?, Bennet el desgraciado arrepentido?, no es solo un sueño, no no lo es.
-Perdón...pequeña....perdóname...yo no quiero...nunca quise-
Lo aparte poco a poco de mi y tome con mis manos su rostro para admirar sus lagrimas cayendo por esas pecosas mejillas que tenia, y si lloraba y mucho, tenia los ojos cerrados, luego al mirarme toco mis manos dulcemente y  nos miramos unos segundos, note sinceridad y dolor, se acerco mas y aparto lentamente mis manos de su cara, saco de su bolsillo un pañuelo(el que siempre traía consigo) y me lo puso en la frente, ni me di cuenta de que me había arañado con una rama y estaba sangrando.
Camine unos pasos atrás y el respeto la distancia, lo único que pude decirle fue:
-Te perdono... pero no se olvida...no hay confianza-
Tartamudeaba al hablar, el asintió y susurraba gracias, cuando desapareció entre la oscuridad me sentí segura y aliviada, seguía nerviosa, mire el pañuelo un rato y me espante y lo tire lejos, entonces un crujido se oyó detrás de mi y al voltear era...Francis.
Estaba sudado, seguro me busco un rato, sucio, se metió por muchos lados y asustado, se preocupo por mi.
Soltó un suspiro de alivio y me sonrió corrió a abrazarme y me dijo:
-Basta!- enojado
-Que?...piensas que estoy loca?-le dije
-No...pero todos tienen pesadillas ademas...tu me importas y...mucho-
Le sonreí y abrace nuevamente.
Si un amigo, eso es.
Durante la noche nos acostamos sobre la hierba y admiramos el cielo estrellado, el e tuvo que ir pero antes me acompaño hasta la casa hogar, cuando llegue recibí muchos gritos, me regañaron fatal, Giselle también estaba enojada y me explico que la que quedo mal fue Marie y no yo, pobre Marie.
Me obligaron a ducharme e irme a dormir ademas era muy tarde,cuando subí al cuarto vi que la puerta de Marie estaba abierta, no me importo, entre a mi cuarto y la vi tomando mis vestidos y admirándolos, luego me volteo a ver y me dio una mirada seria, eso me dejo intranquila, que tramaba?.
Cuando camino hasta la puerta la tome del brazo y ella me lo quito con expresión de asco.
Por que ella me odia? se que la insulte pero...ella no era así, que pudo haberla hecho cambiar es decir...
Me vino a la mente la idea de que me tenia envidia, Francis, la fiesta, lo se suena engreído pero puede que sea cierto.
Pensé un rato luego me fui a dormir.
La misma pesadilla, otra vez.
Al día siguiente decidí que las cosas serian diferentes esta vez, no me importaría las miradas que me diera Marie durante la comida ni cuando me espiaba cuando Francis me visitaba, eso ya no me importaba, finalmente hoy  es el día de otra fiesta, solo quiero que el día termine, no soportaría la idea de que volviera a pasar lo mismo con Marie y eso la cambiara aun mas, si yo fuera ella no dejaría que la ambición me envenenara el alma, que triste es cuando una persona cambia tan de pronto.
La gran madam fue la encargada de acomodar las cosas a su modo y debo admitirlo tenia una forma de adornar tan exquisita y elegante sin sobrepasarse, yo presentía que esta fiesta seria algo diferente.
En mediodía estuvimos jugando todos los internados a baseball, mi juego favorito, luego escondidillas en el bosque, yo opte por irme al viejo roble que les daba miedo a todo el mundo, pero a mi no, estaba cansada de tanto correr, de buscar un escondite apropiado, nadie me encontrara eso era seguro, pero cuando me encontraba escondida en el gran tronco sentí una respiración, un escalofrió me llego de los pies a la cabeza, y sabia de quien venia esa respiración.
Me eche a correr hacia la casa hogar lo mas rápido y ágil que pude, evadiendo los arboles, evitando golpearme con algunos, cuando llegue había un camión descargando la comida que la gran madam había encargado, la fiesta se haría a lo grande supongo, los que descargaban todos eran unos adultos, pero, ahí había un muchacho de cara amarga que se me quedo viendo fijamente, tendría unos 16 años, no muy adulto, luego lanzo una sonrisa conspirativa y me arrojo una manzana,<tan pordiosera me veo, parezco niña de la calle> pensé, luego atrás de el a lo leos vi a Bennet escondido detrás de un árbol, luego al notar que lo había descubierto se fue corriendo, mire mi manzana unos segundos y me fui corriendo adentro de la casa, fui directo a la cocina y tome un gran trozo de pan y una botella de leche.
Me interne en el bosque con las esperanzas de encontrarlo y cuando lo hice le di la comida, estaba muy hambriento y sediento cada vez que terminaba un bocado me daba la gracias, cuando empezó a morder la manzana, lo observe estaba mas sucio y tenia rasguños en so rostro.
-La gente es mala Ana, es por eso que pensé que si me comportaba de este modo no me dañarían-dijo
-Y creíste que yo te haría daño?-le dije
-No...pero tu madre me obligo a hacer lo que hice-
-Me das lastima-le dije sin una pisca de sentimiento
-Si y eso es castigo suficiente por lo que hice-
-Que harás?-
-Encontré trabajo al otro lado...sabes...por fin sabre de lo que hablaban los viejos del pueblo-
-Pero es peligroso la frontera es difícil de cruzar no?-
-No... dicen que en el camino encuentras una provincia, de ahí partes hacia una cerca y ahí esta como la llaman, una carretera, al otro lado están pequeñas tiendas de provisiones y hay mucha gente que observa hacia el lado contrario por donde tu vienes, cuando cruzas logras entrar a otro bosque llenos de trigales, pero ahí están los institutos y mas haya otro pueblo luego esta la legendaria ciudad-
-Correrás el riesgo? y cual es tu trabajo?-
-Estas preocupada Ana? creí que me odiabas jaja-
-No pero....-me calle ni podía explicar nada- Bueno cuando te adopten es seguro que iras a una de esos institutos caros, pero depende de a cual iras-
Se paro y antes de irse dijo:
-Creo que estamos bien-
Al llegar la noche supe que todo los preparativos eran debido al aniversario de la casa hogar, mucha gente llego, no hice nada, me senté en una mesa alejada, tenia puesto un vestido no tan ampon azul, no tenia moños y mi cabello estaba suelto por supuesto traía puesto mi dije,todos se veían como de la realeza y ahí estaba Marie, me miraba triste, me enoje camine hasta ella y dije furiosa:
-Ya basta Marie! estas enferma! no lo soporto mas-
-Lo...logre-dijo sonriendo
-Que?-
-Johan Suzack quiere que me vaya con el, dice que me había visto desde hace tiempo y no se había atrevido a hablarme- se echo a llorar
-No...quiero que te vayas- le dije a punto de llorar
-QUE! eres una egoísta Ana, como te atreves!...no puedo creer que pienses de esa manera-
-Marie...tengo miedo... hermana y si yo no soy feliz?- le dije tristemente y con un nudo en la garganta
-Pues...eso no depende mi... y no me vuelvas a llamar hermana oíste- me quito mi  mano de la suya y se fue.
Me fui a mi cuarto y no llore si no que estaba decepcionada, no pude ver a Francis no podía y ni siquiera sabia por que, tal vez no fue, tal vez si, quien sabe.
Al día siguiente vi la partida de Marie por mi ventana, como me dolía, todos salieron a  deseándole lo mejor, que fuera feliz, yo solo deseaba que viera lo suficientemente lista para entender muchas cosas, no dejarse llevar.
Se veía tan feliz, por ultimo abrazo a la gran madam, luego Johan tomo sus cosas y las subió al auto, todos estaban ahí menos yo, antes de subirse ella dedico una mirada arriba y cruzamos mirandas luego negó con la cabeza y subió al auto y se fue...se fue para siempre.
Atrás de mi estaba Francis, lo voltee a ver y me dedico una de sus bellas sonrisas.
-Ella era mi hermana- le dije
-Lo se-
Nos abrazamos y supe quien realmente fue mi amigo y lo sera.
aunque lo que sentía era mas profundo.

domingo, 23 de marzo de 2014

La perspectiva de Ana 4

CAPITULO 4: el silencio
Lo único que eh pensado durante la comida es en como pude haberla dañado, no debí hablar, soy muy torpe, la semana pasada se hizo el silencio y una fina linea delgada entre Marie y yo, no estoy molesta y no se si ella lo esta, pero es seguro que si, miro mi sopa y recuerdo ese momento exacto en que discutimos.
Por primera vez en días me abrió  la puerta y solo dijo con profunda tristeza:
-No depende de la ropa Ana-
Eso me había echo enojar y le respondí:
-Pero no te diste a respetar Marie, es mas te quedaste ahí en vez de haberte retirado-
Sin embargo me miro con furia y yo me sentí pequeña, como me atreví a decírselo, ella se levanto de la cama y me miro.
-Escucha bien Ana, no me importa eso en absoluto, lo que me importa es que yo encontrare un esposo y tal vez tenga que pasar por eso miles de veces, pero lo encontrare- me dijo enojada
-Y por que un esposo necesariamente! por que no una familia!-
-Mírame!-
-te miro- le dije seria
-Tu que me dices ah! no eres mas que una mocosa ni la regla de ah dado!-
Eso me lastimo, pero como culpar la si estaba depresiva y no pensaba bien-
-si pero eso que haces...-
-Que! e mi problema lo hago por mi propio bien!- me grito
<cielos que ciega esta> pensé.
-Eres una prostituta-
Hubo una largo silencio, me dolió decirle eso, pero tenia que quitarle su estupda venda en esos ojos que tenia, se acerco me miro un momento luego camino hacia la puerta y dijo:
-tal vez sea eso Ana pero...yo se quien soy en cambio, quien eres tu? dudo que encuentres un hogar, te lo digo sinceramente, pero si llega el milagro, dudo que seas feliz, talvez ...encuentre un esposo pronto pero cuando lo haga seré feliz y dichosa, toda una dama...tendré una casa y un hombre a mi lado en cambio tu...dormirás sola en una cama y no conocerás el verdadero amor-
-Y tu que sabes de amor-le susurre
Marie desde entonces no  volvió hablarme, no me importo, personas como ella nacieron así y aunque digan que la gente cambia es un proceso muy difícil y durante el se sufre.
 A pesar de todo ello, recuerdo, hoy es mi cumpleaños y aunque Marie cea que soy una chiquilla, que todavía no me ah bajado la regla esta equivoca, me doy cuenta de que jamas me conoció realmente.
Ya no quiero  pensar en eso, Giselle ah estado conmigo en todo momento aunque ella esta triste por que la noche de la fiesta las pareja que hablo con ella no quizo adoptarla debido a que Giselle les traía recuerdos amargos de su hija muerta, por supuesto que la consolé pero ella era muy madura que siguió adelante aunque estaba un poco decepcionada.
-Hey! hay algo malo con la sopa- me dijo Beth
-No...-le respondi
-Dicen que la madam te trae una gran sorpresa- dijo Carrie
-Basta o le arruinen la sorpresa!- dijo Giselle que había llegado tarde al desayuno, se agacho y me susurro al oido:
-Tienes una visita-
Me levante de la mesa rápidamente corrí hasta la oficina de la gran madam pero Giselle me detuvo y dijo:
-Te espera en el manzano de a fuera-
Todos soltaron una carcajada, le sonreí a Giselle y me retire.
Antes de salir me vi en el espejo que estaba al lado de la puerta principal, tenia unos pantalones oscuros una blusa de manga larga que me quedaba grande y el cabello enmarañado, mis mejillas estaban muy rosadas, tenia puestos unos botines cafés y me di cuenta, ya no luzco tanto como una niña.
Abrí la puerta y me eche a correr, salude a Thomas, a Nick, a Michael, trate de llegar lo mas rápido al manzano, pero tropecé y me raspe muy feo la rodilla, al principio dolió pero me aguante, seguí caminando cautelosa para no hacerme mas daño, pero luego me puse a pensar.
quien podría visitarme.
Justo cuando llegue al manzanero lo vi... parado tocando el roble, volteo a verme su cabello castaño alborotado su camisa holgada a cuadros, sus tenis sucios, mas que nada su incomparable sonrisa.
No era el mismo de la fiesta, para mi era aun mejor, luego de que me le quedara viendo un rato la mirada de Francis cambio a una de preucupacion.
-Que te paso?- me dijo señalando mi rodilla
-AHHH... me caí, pero no me duele es solo un raspón-
Camino hasta y saco de su bolsillo un obsequio.
-Se que hoy es tu cumpleaños-
Tome el obsequio con duda, pero luego me hizo una seña de aprobación y lo abrí.
- Es un dije- le dije emocionada.
 Era precioso, circula con detalles dorados de animales.
-Mira, aquí puedes poner unas fotos de las personas mas importantes para ti-
Lo abrace y el me tomo con fuerza, luego me tomo de la mano y me llevo a la casa hogar.
-A donde vamos?-le pregunte aunque era obvio a donde íbamos.
-Necesito enseñarte algo-
Cuando llegamos todos me recibieron con un gran pastel, y montón de globos Giselle me tomo de la mano y me puso una corona.
-Hoy es tu día- me dijo.
Durante todo el día estuvimos bailando los bailes típicos, incluso la gran madam estuvo feliz, Thomas estaba muy serio en una esquina , mientras que Beth, Nick, Michael y Carrie hacian competencias de quien comía mas pastel, la familia adoptiva de Janneth vino y eran unas personas muy agradables.
El violín sonaba magnifico, no podía parar de bailar y dar vueltas con Giselle.
Luego Francis me jalo y me llevo al jardín.
-Te has divertido-
-SI!- le dije
-Bien por que hable con la gran madam y me dijo que podía visitarte cuando quisiera-
Todo iba muy bien, la fiesta, el hecho de que Francis me visitara todo!, pero a lo lejos mientras abrazaba a Francis vi a Marieque se echo a correr directo a la casa.
-Marie!- grite corrí detrás de ella lo mas rápido que pude y la alcance.
- Que ocurre!- le dije
-Tu maldita! como es posible? no es justo, yo me lo merezco tu no!-
-Estas loca- le dije y me di vuelta atrás pero Maria me tomo del cabello y me jalo.
- No! tu eres la loca es hora de que sepan todos sobre tus sueños- me dijo
El miedo me invadió, lo sabe, ella lo sabe, mire alrededor y si  haberlo notado antes todos nos observaban incluso Francis.
-Ven a lo que me refiero! tengan cuidado! miren miren lo que me hizo- dijo enseñándole a todos la muñeca la cual tenia unos rasguños.
-Eso fue un accidente- le susurre
Todos me miraban, estaba asustada y como una cobarde me  eche a correr, corrí por los prados, entre el bosque, hasta encontrar un lugar seguro donde pudiera mirar al cielo y llorar, aun recuerdo ese día en que le hice la marca, fue un accidente, había tenido una pesadilla y Marie me quizo consolar pero la lastime, no fue mi intención, pero siempre me ocurre el pánico se apodera de mi y no se que hacer, siempre me pregunto que es real?.
Miro atrás y ahí esta Bennet.





domingo, 16 de marzo de 2014

la perspectiva de Ana 3

CAPITULO 3: entrando al ambiente
Llevo aquí 4  semanas, apenas me estoy acoplando, no era como creía que seria pero resulta difícil de digerir como serán las cosas, la gran madam ( como yo la llamo) dice que se supone que cada fin de semana se realiza una gran fiesta y gente de la ciudad, o de distintas partes viene a conocer  a los internados para adoptarlos, o en pocos casos muchos hombres buscan sus futuras esposas aquí, yo no se si quisiera ser adoptada eh estado en 3 fiestas y son, debo decir, salvajes, solo te preguntan tres cosas: nombre, edad, color favorito. Y así deciden si te quieren o no, también se fijan mucho en la forma en que te comportas: tus modales y vestimenta, ahora solo uso vestiditos infantiles y muy anchos con moños y rosas, luzco ridícula y mas pequeña, si se supone que tengo 13 años ahora parezco de 9, la gran madam dice que muchos no quieren mocosas de mi edad y era mejor fingir tener otra edad, eh fingido bastante pero nadie se atreve ah acercarse a mi a preguntarme mi nombre ni nada, eso era lo que quería mama una nueva familia para mi, pero...¿por que? no me quería? no si hasta quería que me casara con Bennet el desquiciado, mato a Obeth, no ella no me quiere.
Los conocimientos básicos que nos enseñan son los de como ser una buena chica,  a veces matemáticas, pero no mas, últimamente me eh sentido fuera de lugar, todas son mayores y fingen otras edades pero se ven así, nadie me habla y me eh convertido en la encargada de todo el aseo, eso no me molesta, lo que me molesta es donde duermo, es un asco, no me agrada este lugar, cada fin de semana cuando se da la fiesta tengo esperanzas de ver a la persona que quiera adoptarme.
Hoy sera la cuarta fiesta, sigo esperando.
Ahora me encuentro colocando los adornos, las demás chicas se están arreglando, en eso se me acerca  Marie o como yo la llamo hermana, olvide decir que ah sido la única persona con la que hablo o convivo, tiene 17 y siempre me dice que algún día llegara un apuesto hombre y rico que le invitara una copa y le propondrá irse a vivir  con el, luego se casaran y ella sera feliz.
Honestamente es una tontería, siempre me lo recuerda, pero, no la culpo es muy bonita pero muy torpe o mas bien inocente por que algunos hombres solo la buscan por... bueno eso y ella cae fácilmente, es una gran persona y me da lastima que este aquí, pero yo también estoy aquí.
-Ya casi terminas? quiero que me ayudes a escoger un hermoso vestido para hoy-
-Si- le respondí-
al terminar de clocar todo en su lugar corrimos hasta el cuarto y me enseño tres de sus opciones.
-Bien hermanita¿que te parece?- me dijo
-Son...muy provocativos- le dije sin pensarlo.
-y que!-
- quieres conseguir un esposo o un....-cerré mi boca, Marie miro sus vestidos los agarro y los aventó lejos, se sentó en la cama decepcionada, empeze a urgar en su closet y encontré un vestido azul de seda de manga larga con brillos, ea muy hermoso y apropiado, se lo enseñe y sonrió.
-Seguro si consigo un esposo hoy me veré como una señora con esto-
Dio vueltas y se fue de la habitación, madam llego inmediatamente y me arrojo un vestido.
-Este! te veras bien pídele a Giselle que te peine-
Me vestí, y como la gran madam me dijo le rogué a Giselle que e peinara, me hizo una trenza  larga y dejo  parte de mi cabello suelto, no me veía como una chiquilla y cuando termino me dio.
-hoy conocerás a alguien- 
Suspire y me eche a correr gritando gracias a Giselle de lejos, salí a escondidas de la casa, fui a un pequeño prado y comenze a imaginarme la escena. estoy aburrida y lo miro en la puerta, elegante me invita a bailar, aunque no se como solo doy vueltas a lo tonto, luego charlamos un rato y ni siquiera le interesa mi color favorito!.
Al dejar de imaginar actué una escena.
-quiere bailar? señorita- me pregunte
-claro que si!- grite
Reía y daba vueltas sola fingiendo que bailaba con un caballero, soy una tonta.
Entonces se oye una risa en el fondo, me asusto, volteo y nada, entonces aparece una figura a lo lejos, no lograba reconocerla me resultaba difícil, entonces lo veo, pareciera que no había dormido nada, estaba pálido, su cabello estaba sucio, pero aun seguía ahí el chico apuesto, y lo reconocí y no me pude mover.
-Vaya creí que no te volvería a ver chiquilla!- me dijo
Logre reaccionar y trate de huir pero me tomo del brazo y me miro como siempre, me barrio con la mirada y soltó una carcajada, luego se callo y me apretó cada vez mas el brazo, yo no decía nada pero sentía como si se me quemara, luego grite:
-BASTA!- me soltó y me fui llorando a la casa hogar, por mi suerte Bennet me siguió sin importarle a donde iba, era lenta, cada vez que lograba escaparme de sus garras volvía a atraparme, cuando llegue hasta la entrada Giselle y la gran madam estaban ahí, las dos me miraron desorientadas, sin pensarlo abrace a Giselle y ella no me soltó, Bennet no me seguía el muy cobarde había huido.
-Pero mira nada mas que sucia estas mocosa!- me grito la gran madam.
 Me jalo de entre los brazos de Giselle y me llevo a su oficina en el camino no paraba de decir lo feo y  traviesa que yo era, estaba asustada, no me importaba si ella me gritaba estaba a salvo, a salvo.
-Es increíble! te pedí te lo pedí Ana!-
-Perdón, pe... pero alguien me seguía y me quería hacer daño- le decía llorando
Se quedo callada un rato y finalmente dijo.
-Bien, como castigo a tu insolencia te encargaras de repartir las bebidas y comida en la fiesta-
-Pero no conoceré a nadie-le dije - no fue mi culpa ya le explique-
-Pero te saliste a escondidas, no hablaras con nadie no socializaras me oíste, toma esto y cámbiate-
Tome la ropa y me cambie, ella tenia razón, me veía sucia, yo tena la culpa por haberme ido y jugar.


Ya era de noche y muchas personas llegaron a la fiesta, esta era mas alegre que las otras, apenas llegaron algunos y se pusieron a bailar, me hubiera gustado hacerlo sin embargo estoy  parada y sirviendo cócteles y esas cosas, Marie se veía muy bonita todos los hombres y mujeres la miraban y decían cosas sobre lo fina y bella que era, pero lucia extrañada miraba a todos lados, su esposo quien seria?.
Un montón de niñas: Roney, Janneth y Grace legaron hasta mi ellas tenían 15, les platique el porque de mi castigo y se fueron a bailar, fácilmente las 3 consiguieron ganase el corazón de una mujer mayor, cuando las vi con ella supe que jamas las volvería a ver, y entonces vi a un muchacho de 16 años tal vez era alto, cabello castaño rojizo, unos ojos tan verdes y una sonrisa genuina, luego noto que lo miraba y sonrió aun mas.
Desgraciadamente se fue a otra parte, tal vez el no era, entonces Giselle llego hasta mi y me pidió que bailara con ella, le dije que no pero no le importo me jalo hasta la parte central del salón y dimos vueltas como locas yo no paraba de reír pero luego llego un hombre con su esposa y le pidieron a Giselle que los acompañaran, tome mi bandeja repartí las bebidas y me retire hacia el patio, cuando iba pasando por el pasillo, oí unos gritos, me detuve en la puerta que estaba un poquito abierta y mire a Marie gritándole a un hombre este la abofeteo, luego Marie me miro camino rapido hasta la puerta y la cerro de golpe, me sentía mal, hace unas horas estaba muy feliz por lo de la fiesta y ahora otra vez se había convertido en un objeto. 
Me aleje y empece a llorar, si nadie me adoptaba que seria de mi, pasaría lo mismo de Marie?.
Corrí por todo el pasillo y sin darme cuenta choque fuertemente con alguien, ya estando en el suelo mire hacia arriba y el dulce muchacho se agacho y me levanto, sus ojos eran aun mas verdes de cerca, yo sentía una inmensa vergüenza.
-Paso algo? quieres hablar? sabes puedes confiar en mi amiga-
Asentí sin pensarlo dos veces, se veía que era buena persona, caminamos hasta el patio os sentamos juntos en una banca y me abrí, le dije todo, sin detalle, y el solo me miraba y me escuchaba y que bien se sentía que alguien comprendiera, cuando termine de contarlo saco un pañuelo de su bolsillo y me limpio las lagrimas, sonrió nuevamente, luego miramos a la luna, entonces sentí su mano y la quite.
-cual es tu nombre?-me pregunto
-Ana- le dije aun nerviosa
-Soy Francis-
-Hola Francis-
Se rió y luego me miro fijamente y me dijo.
-Creo que encontré a una amiga-
Se paro y se fue.
"Y yo un amigo" pensé aunque lo que sentía era mas profundo.





la perspectiva de Ana 2

CAPITULO DOS: una nueva vida
No recuerdo haber despertado, ni haber tomado un baño, haberme vestido, nada, solo estoy sentada mirando a la ventana, no recuerdo nada del día anterior.
Mi mama toca a la puerta, no contesto, no quiero hacerlo, sin embrago abre la puerta y siento se presencia y es desgarradora, toma aliento y me dice:
-es hora, no cometas estupideces- 
Creí haber oído eso antes pero no, no, simplemente me suena, me levanto sacudo mi vestido tomo la maleta y bajo las escaleras, antes de tocar la perilla de la puerta principal, mi madre me detiene bruscamente y me dice:
-No mires atrás-
Yo solo asiento, abro la puerta y me dirijo al auto, en frente de mi esta Bennet, mi vecino, amigo de la familia, que como lo se, simplemente lo se y se que también le tengo un desprecio, me toma con fuerza y me arroja hacia la parte trasera del auto, evito caerme, tomándome con fuerza del asiento y el me ayuda.
Bennet seria 4 años mayor que yo, era alto y muy apuesto, pero no me atraía, yo solo tenia 13 años y era muy adulto para mi, solo se que mi madre piensa que algún día me casare con el, pero ese día no llegara nunca porque habrá un ligero cambio de planes, eso me alivia, se que es malo, por que me llegan a la mente imágenes de el golpeándome eh insultándome.
Luego diciéndome cuanto amor me tenia , pero no era cierto, este día me liberaría de el, había llegado al fin.
Cierra la puerta y se sube en el asiento del conductor,  se tarda mucho en arrancar, entonces veo a lo lejos por la ventana, a una niña corriendo hacia el auto, era pequeña dos años menor que yo, débil, menuda muy menuda, gritaba y apenas alcanzaba a oír:
-No es real Ana-
No entendía el significado, pero me asusto, ella golpea la ventana y sigue gritando lo mismo, yo solo le decía que no entendía, estaba muy asustada luego me vino ala mente un nombre, Obeth
y al mismo tiempo lo susurre, Bennet baja del auto la toma por la espalda y la aleja, miro hacia atrás, mi madre sale de la casa le da ordenes a Bennet,pero no se de que, el obliga a hincarse a la niña, mi mama entra a la casa y sale inmediatamente con algo en la mano, que era, una pistola!.
-NO! -grite-OBETH!-
Baje del auto pero cuando estaba apunto de abrir la puerta, había sonado el disparo y la niña cayo al piso con un agujero en la cabeza, me aterre, salí salvaje mente y solo gritaba su nombre.
-OBETH!-
Me agache en el piso y la voltee boca arriba, cerré sus ojos, y la abrace contra mi pecho, sin importar que la sangre me ensuciara, mire a mi mama con rabia, ella volteo y se fue a dentro de la casa, Bennet me cargo como si fuera una muñeca de trapo, me puso en el asiento delantero, me abrocho el cinturón  y me acaricio la mejilla dulcemente, le quite su mano de mi rostro y cerré los ojos para dormir,
Cuando desperté, Bennet había parado el auto en medio de la nada, estaba a fuera admirando la oscuridad, luego volteo a verme abrió la puerta y me saco bruscamente, quitamdome el cinturón rapidamente, el era muy ágil y eso era muy difícil para mi, me tomo del cuello  y dijo:
-Mira esto-
Luego me arrojo a la cajuela del auto,empece a patear y grita pero no le importo así que volví a cerrar los ojos y pensar con que clase de enfermo mental estaba luchando.
Nuevamente desperté, espere unos momentos a que me sacara, cuando finalmente lo hizo conducido hasta llegar a un pequeño restaurante al lado del camino.
-vas a ordenar lo que quieras y... ten esta chaqueta cúbrete las manchas de sangre-me dijo.
Me aventó la chaqueta y me la puse cuando entramos al restaurante nos sentamos al lado de la ventana a contemplar el lago que yacía al lado del camino, una muchaha muy bella de aspecto fino nos atendió, que hacia ahi, debería estar en casa, se notaba que hacia un esfuerzo muy grande por hacer muy bien su trabajo, tenia una sonrisa hermosa, su cabello era dorado y eso me recordó a mi mama, en sus días de gloria, cuando era bailarina, pero ese no era el caso, la chica nos pidio la orden, Bennet como todo un caballero ordeno primero:
-Pan tostado con mantequilla y miel, ahhh y un cafe por favor-
-Muy bien, y para su hermanita-
Quería soltar na carcajada, seguro el se moría de la vergüenza a mi no me importaba.
-no no es mi hermana es mi....prometida-
Abri mis ojos de par en par, que demonios? prometida? es un idiota, note la mirada de la chica estaba sorprendida pero luego sonrió y dijo.
-Bien y para la su novia?-
-ella no quiere nada-
QUE! estaba hambrienta, el me había dicho que ordenara lo que fuera pero no, Bennet el idiota tomo sus decisiones, otra razón para odiarlo, cuando la chica se fue lo mire fulminante-mente con ganas de gritarle sobre todas las estupideces que dijo, pero no tuve el valor, nuevamente, me invadió el miedo, lo mire, su cabello rubio ondulado, su cara, era muy guapo, demasiado, por que se fijaría en mi? no el no se fijo en mi, mi mama hizo que se fijara en mi, a el yo no le importaba, eso era seguro.
Entonces sus ojos miel se posaron en los míos y estaba serio, me sonroje, que tonta soy, sonrio pero no por mi, le había sonreído a la mesera, ella le entrego el café y se fue, Bennet la miro cuando se alejaba y dijo:
-nada mal-
Me llene de rabia y ni sabia por que, no estaba celosa, entonces tome aire y le dije casi en susurro:
-Eres un maldito sucio y pervertido-
Bennet antes de darle su sorbo a su café me miro muy serio mas serio que hace un momento, comenzó a respirar frenéticamente, tiro el café se levanto rápidamente y me jalo y casi me llevo arrastrando yo gritaba:
-AYUDA! AYUDA! ME VA A MATAR POR FAVOR!-
Me lastimaba muy fuerte el brazo, me arrojo ala cajuela y sin importarle que la gente lo mirara  arranco el auto y se fue.
Estaba mareada y cansada, hambrienta y sedienta, paro el auto y abrió la cajuela me saco y me abofeteo tres veces diciéndome que era una idiota, cai al suelo y llore, ni me di cuenta que era de noche luego me miro con mas desprecio aun, y dijo:
-no eres mas que una chiquilla, pero te voy a hacer mujer-
Me quede en shock, que significa,me cargo y me dio un fuerte beso lo patee muy fuerte, ni siquiera se de donde saque tantas fuerzas, me eche a correr pero me jalo por el cabello y me tiro, me miro, pareciera que lloraría y simplemente dijo.
-si cooperas no te haré mas daño-
lo empuje y tome una roca lo comencé a golpear cada vez mas fuerte y luego quedo inconsciente,me fui corriendo por el bosque, corrí y corrí y la energía  no se me acababa, cuando pare para descansar un poco, me senté, llore y llore como una chiquilla asustada,soy una chiquilla que esperaba, entonces oi sus gritos, estaba desesperado me buscaba, me quite su chaqueta y la arroje lejos, entonces al momento de arrojar la chaqueta salio volando un sobre, lo tome, abri y lei:
-aquí es donde debo de ir-
"casa hogar de la madam Lavois"
Camine por todos los lugares para encontrar la famosa casa hogar, cuando finalmente la halle, era una casa hermosa con muchos detalles ademas grande, de ella se oían risas, toque a la puerta y una mujer grande me recibió le di la carta y ella dijo:
-bienvenida señorita Ana Callaway, es tiempo de que encuentre un nuevo hogar-


sábado, 15 de marzo de 2014

la perspectiva de ana

CAPITULO UNO: transiciones.
Muchos creen que basta con pedir algo y que sea mas fácil para ti conseguirlo pero no es así, basta con soñar, solo basta con soñar.
Siento que me invade la curiosidad, que se puede pedir en estos momentos de incomodidad, que se puede pedir, tal vez una salida, que una puerta aparezca  en medio de la habitación y que la luz que proviene de otro lado ilumine mis ojos con cruel esperanza.
Quiero llorar, estoy llorando, pero no siento mis mejillas húmedas, ni el sabor salado de las lagrimas en mi boca, que demonios esta pasando! y como deje que pasara!.
La mujer de nombre Diane me pide que me siente en la silla que se encuentra en medio de la habitación,  las palmas de las manos me sudan y eso es muy raro, mi madre me ah estado acompañando en todo momento, aun recuerdo que cuando salimos de la casa me pidió que no cometiera estupideces, que era un experiencia bella que ella ya había vivido, que el miedo era mi enemigo, luego estuvo callada todo el tiempo hasta ahora.
Ya sentada Diane empezó a buscar  en los cajones de la cómoda que yo tenia a la derecha, saco un reloj, en si era muy bello parecía de oro, tenia una larga cadena. La habitación era amplia, mi madre estaba sentada en una silla en la esquina, tomaba su collar y parecía que rezaba, no me importo. Diane cerro todas las cortinas de las enormes ventanas que había alrededor, cada vez que daba un paso la madera crujía, finalmente se paro en frente de mi, puso su reloj en frente de mis ojos y no lo movió.
-respira muy hondo, mira la brújula fijamente querida- me dijo en tono áspero
-¿brújula? creí que era un reloj-le dije nerviosa -shhhhhhh!- me dijo ella.
Me quede callada mirando fijamente la brújula, ella cerro sus ojos y mi madre paro de rezar y comenzó a poner atención, empiezo como a sentir sueño, no sueño sino cansancio.
-Bien ahora trae a tu mete un recuerdo grato, un lugar y bueno una historia-
Ahora si estaba confundida.
Chasqueo sus dedos y quede en un sueño.
Un campo una enorme casa estaba enfrente mio, no, no era una casa sino como un instituto, oigo risas.
La imagen  desaparece, ahora un pueblo muy bello las casas eran de colores diferentes la gente sonreía, camino del lado de la calle donde se encuentran los restaurantes y boutiques, juqueterias, todo tipo de tiendas, los autos eran como antiguos, muy extraño, me asomo por la ventana de una pastelería, saboreo aquel enorme pastel de chocolate.
La imagen desaparece.
Ahora me hallo creo en un patio, atrás de mi hay otra casa, parece como si dieran una fiesta, decido entrar, evito a la gente, no parecen personas de época actual, por fin llego a un cuarto, abro la puerta y me veo sentada con la cabeza agachada, me asusto, pero no tanto,  escucho a Diane decir:
-Su hija esta en trance señora Callaway,  es un proceso muy difícil y lo sabe-
-Pe...pe...pero que hago!, la dejo aquí o me la llevo- respondió mi madre
-no déjela aqui, créame esta en buenas manos, durara un tiempo no mas del necesario, esta en un lugar mejor, señora Callaway, ¿esta segura de a cual lugar su hija ah ido?¿o de que tipo de lugar sus recuerdos o mente han creado? Sabe ella no sabrá distinguir la fantasía de la realidad y cunado despierte estará muy confundida, asustada, créame que intentara volver, eh tenido clientes que han durado años en el trance y cuando vuelven...bueno, dudo que suceda con ella.¿ es sana mentalmente?-
-Si, es mi hija y la conozco, por supuesto que es una niña sana mentalmente, tiene amigas y bueno...-
-No esta segura, pues veremos como resulta-
Por supuesto yo no entendí nada de lo que dijo Diane, mi imaginación seria mi único recurso para sobrevivir, pero ya ni se que es real, con tan poco tiempo aquí, empiezo a dudar, quienes son ellos, con sus rostros familiares pero son unos desconocidos para mi.
Ya no hay nadie en la casa, ni siquiera Diane o mama y yo en la habitación, solo yo, me siento en el piso, cierro mis ojos y espero el amanecer, lo cual no seria difícil para una niña de 13 años.
¿que ocurrirá mañana?