Seguidores

sábado, 29 de marzo de 2014

La perspectiva de Ana 6

CAPITULO 6: Decisiones satisfactorias.
Debo decir que fue el mes mas largo de mi vida, sin la presencia de Marie se sentía raro, claro que odie el como me humillo y trato pero es que cuando alguien se ciega por un anhelo se pierde el sentido de la razón, últimamente eh estado sola en mi habitación, el único que ah entrado es Francis, diablos me estoy convirtiendo en Marie?.
Los sueños, como yo los llamo han ocurrido constantemente, quien es la mujer que me espera con los brazos abiertos? y el muchacho que me espera con su mano estirada hacia mi? y la puerta...la puerta que siempre va estar abierta, me aterra y no se porque, solo se que no es normal.
Entonces me viene a la mente Bennet, tal vez el no sobreviva, pobre, Marie ah de estar en su enorme casa plantando tulipanes en el jardín del que siempre me hablaba, el de sus sueños, cuales serán los míos, últimamente eh pensado que tal vez Francis me lleve a vivir con el y su familia y quien sabe cuando yo sea mas grande tal vez estemos realmente juntos, pero el destino le gusta jugar conmigo y mis ilusiones, no debo pensar eso de Francis el es mi amigo, la persona que mas quiero en el mundo, le tengo un gran cariño y siempre estaré agradecida con el por ofrecerme su apoyo y amistad, pero no se....no se.
Estoy en el tejado, mi favorito lugar en el mundo, la gran madam no sabe de este escondite, lo cual me beneficia, cada día me visita un pequeño pájaro que viene del norte  a donde fue este Bennet, estoy ahí todo el día sin importarme que ya este la comida o me tenga que bañar aunque lo hago de todas maneras, apoyo mi cabeza en las rodillas, las tengo abrazadas contra el pecho entonces cierro mis ojos.
Suena como si fuera una tormenta eléctrica, es una tormenta eléctrica, miro hacia el cielo y las nubes, el montón de nubes forman anillos en el cielo y noto los rayos llenando de luz los cielos y haciendo que las nubes tomen una forma monstruosa, me levanto y mucho aire me jala hacia la orilla, pongo fuerza para no resbalar y caerme o pero morir, entonces miro hacia abajo y esta un caballo blanco con una cabellera negra larga, curiosidad es lo que siento, bajo cuidadosamente trepando por las ventanas y la pared sin que nadie me vea, cuando me aproximo al caballo esta tranquilo trato de tocarlo pero se altera, luego se calma o mas bien yo lo calmo, me subo confianzuda al animal, sin miedo alguno, como si tuviera el mundo en mis manos callosas, sin darme cuenta estoy trotando rápidamente, me alejo poco a poco de la casa.
Llegamos al pueblo, todos los locales empezaban a cerrar y la gente se iba de la tormenta que cada vez era mas impactante, el cielo totalmente oscuro como si fuera de noche,me recorre un escalofrió, esas casas coloridas, su color se iba gracias al tono oscuro de las  nubes, bajo del caballo y me miro por una ventana de un negocio, tengo mi camisa holgada, pantalones, botas altas y el cabello agarrado en una cola, claro aun así me veía despeinada, mis mejillas rosadas etc.
Camino por la banqueta y el caballo me sigue a un lado, miro a la gente correr a sus hogares pero luego algo me deja extrañada, soldados?, que hacían allí?.
Pareciera que ayudaban a la gente pero los lastimaban y estos gritaban, tenían sus armas y disparaban hacia el cielo como si desafiaran la tormenta que en si era mas poderosa, la naturaleza siempre sera mas poderosa que el hombre e inteligente.
Uno de los soldados me mira mientras toma por el brazo a un niño pequeño, me  enfurezco y corro hacia el, gracias a dios el caballo se quedo quieto, corro a  impedir que le disparara y luego me llega a la cabeza la imagen de Obeth de rodillas, entonces lo empujo y el niño se echa a correr, me dice algo que no entiendo y me echo a correr al darme cuenta que esta enojado, subo al caballo y me voy lo mas rápido a la casa hogar, paso por el bosque y el camino se hacia mas eterno, cuando llegue vi a todos a fuera y a Francis, oh no, esto esta mal, estoy en problemas, ojala no me hayan seguido los soldados, porque si es así...
Francis me mira furioso me baja bruscamente del caballo y me toma del brazo derecho, me sentí pequeña, creí que solo Bennet podía hacerme eso.
-Donde estabas?-me pregunto 
-Fui...fu...fui al pueblo Francis...me lastimas!-
La gran madam llego hasta mi y me tomo de la oreja, auch, duele, Giselle se pone a un lado mio y dice cosas tan rápido que no comprendo, los demás me gritan, entonces atrás llega un patrullo de soldaos y baja un cadete o eso creo, la gran madam me suelta y camina hacia el, le dice algo, hablan por un rato y lo invita a pasar  el rechaza y saca un papel de su bolsillo y lee en voz alta:
-Aquellos que yacen sin hogar el gobierno les tendrá una misión para prepararnos por la futura guerra servirán los hombres al ejercito y entraran a la academia y las mujeres entraran a otra academia donde serán enfermeras y  repararan o crearan bombas-
Francis me toma la mano, yo no soy huérfana no no pueden hacerme eso, si se van moriremos eso es seguro.
La gran madam da pelea pero ordenes son ordenes, el hombre le da un cordial saludo y le dice:
-Mañana a las 7:00 am me llevare a todos señorita Rose-
Rose, debo llamarla así, volteo a los lados y todos lloran, Rose se va con los demás adultos , mientras que los internados nos quedamos hablando en la sala principal, todas esas caras no las volveré a ver felices, no mas, llega la gran madam Rose y nos dice totalmente seria:
-No hay nada que pueda hacer...si pudiera créanme que les conseguiría hasta el fin del mundo una familia pero no puedo, se me salio de las manos y lo único que puedo hacer es obedecer, en serio lo lamento- se echa a llorar y se va
Francis esta molesto me susurra-sigueme- y obviamente lo sigo.
Llegamos al pasillo donde tropecé con el y me dice:
-Quiero que esta noche te vayas a vivir conmigo y mi...mi familia- me decía nervioso
La lluvia era muy fuerte que apenas oía lo que decía.
-Pero y que hay de ellos...son...no tienen a nadie-
-No puedo hacer nada... tu me importas Ana y quiero verte a salvo, que estés segura que no te pasen mas desgracias ademas eres muy joven y...te conviene ir a empacar tus cosas y largarnos, mientras tanto hablare con la madam Rose, y si nos deja no le digas a nadie esta bien-
Asiento aunque me siento como una cobarde, empaco mis cosas en mi habitación y mis manos me tiemblan, no puedo hacer esto, no puedo, entonces entra Francis y Giselle, o no ella sabe, corre hasta mi y me abraza.
-Tienes que ir Ana te lo mereces- se limpia las lagrimas sonríe y se va pero antes le dice a Francis:
-Trata la con cariño-
Francis agarra mi maleta, bajamos cautelosa mente, sin que nadie nos viera, la gran madam me desea suerte y me voy, subo al asiento delantero del auto y miro por ultima vez la casa hogar, que sera de este lugar y de ellos, me rompe el corazón.
Francis arranca y nos vamos.
En el camino me pregunto: Que es lo que me espera? el destino me hizo una buena jugada, pero desde ahora todo cambiara.
Y lo que siento es como un fuego quemando mi interior.


No hay comentarios:

Publicar un comentario